Motivación: tipos, definición y cómo aumentarla
Día a día pareciera que una nueva travesía se asoma para hacernos dudar de dar el siguiente paso, dificultándonos la tarea de alcanzar o llevar a cabo nuestros proyectos personales. Es cuando el término motivación aparece para ilustrarnos acerca de los métodos próximos que nos pueden servir como herramientas para lograr algún objetivo, meta o simplemente para satisfacer alguna necesidad.
Si bien es totalmente normal sentirse cabizbajo o sin la fortaleza suficiente para concretar alguna acción en tiempos difíciles, incluso en los días más cotidianos, también resulta importante destacar que dentro de nosotros siempre podremos dar con el ímpetu necesario para salir adelante, sin importar la situación o el problema.
No importa si se trata de una acción sencilla como levantarse de la cama por la mañana y dar comienzo a tu día productivo o terminar esa última página de tu proyecto de universidad, el primer paso siempre podrás lograrlo si cuentas con la motivación suficiente para afrontar toda brecha en tu camino, pequeña o grande.
En esta ocasión, presentaremos una serie de tipos de motivación para que puedas informarte sobre el tema con mayor profundidad y así apreciar mejor el panorama cada que sientas la necesidad de mejorar la productividad en tu día a día.
Motivación: los diversos tipos que existen
Antes de iniciar la explicación de los tipos de motivación existentes, es necesario tener presente que la motivación no se mide únicamente por su funcionalidad, sino por la relevancia que le da la persona interesada en alcanzar cada una de sus metas o simplemente en determinar el nivel de atención y fuerza para actuar en una situación cualquiera que se presente en su vida.
- Motivación extrínseca. Tal como su nombre lo indica, la motivación extrínseca es aquella donde los incentivos o estímulos motivacionales vienen desde afuera, en una situación o entorno externo. Esto quiere decir que la persona se sentirá más motivada a realizar alguna actividad por un factor externo, en algunos casos suele ser dinero o alguna recompensa parecida.
Si eres empleado de algún trabajo que no resulta del todo satisfactorio o debes cumplir con alguna entrega pero se te dificulta, el incentivo externo o la motivación extrínseca en este caso podría ser el pago por horas extras o el buen salario que te han ofrecido.
- Motivación intrínseca. Esta motivación se diferencia porque la motivación nace desde el interior de la persona que desea alcanzar una meta o cumplir con alguna actividad importante en su vida, en vez de fijarse en alguna recompensa o factor externo.
Este tipo de motivación se relaciona directamente con aquellos deseos por crecer a niveles más personales, mejorar como individuos y también a la autorrealización de metas por cumplir. No importa si es algo muy pequeño o grande, siempre que la persona esté motivada y quiera mantener una buena productividad en su vida.
- Motivación positiva. Una de las prácticas más sencillas, pero también efectivas a la hora de autosuperarse y llevar a cabo alguna actividad, ya que esta motivación nace principalmente por el placer de actuar y así procurar mantener una actitud tanto optimista o positiva en el día a día.
Lo más importante en estos casos es actuar con mente positiva ante cualquier dificultad que pueda presentarse en nuestro camino, así resulte difícil al principio, ya que al final importa más el placer por cumplir nuestras metas.
- Motivación negativa. Aunque el nombre no resulte tan llamativo como los otros, la motivación negativa nace por el interés de actuar o adherirse a una actitud definida y así evitar una consecuencia desagradable, como puede ser el caso de recibir algún castigo por no cumplir o ser víctima de una humillación, en un nivel más alto.
- Motivación cotidiana. Parte principalmente por la satisfacción de la persona, en el caso específico del deportista, en realizar actividades rutinarias, debido a que estas actividades del día a día suponen una gratificación prácticamente inmediata.
- Motivación básica. Esta motivación es tomada en cuenta como la base principal para todo deportista que determina su nivel de compromiso con el deporte en sí. Tanto su conducta, como su destreza, resultados deportivos y rendimiento personal.
- Motivación psicológica. La psicología es un área a tratar muy amplia y diversa, además de profunda en cuanto a las herramientas a aplicar en su campo de estudio. Por ello, en esta ocasión explicaremos de una forma más cercana y sencilla lo que determina la motivación desde una perspectiva más psicológica.
La motivación desde un punto de vista psicológico implica unos estados mentales, actitudes y conductas internas que se ven reflejadas en la persona al momento de querer llevar a cabo algún tipo de actividad y así lograr un fin específico. Hablamos de impulsos internos que están relacionados también con los términos de interés y voluntad.
- Motivación personal. Una vez que asimilamos los términos de voluntad, interés y una conducta positiva, entonces podremos aplicar la actitud correcta para superar obstáculos y sentirnos motivados en un ámbito más personal de nuestra vida. Si deseamos cumplir con metas más íntimas, cercanas y personales a nosotros, lo mejor será visualizar el logro desde el primer momento.
Orientación motivacional: centrada en el ego y centrada en la tarea
La primera orientación motivacional, aquella centrada a partir del ego de los deportistas, se refiere a que estos individuos dependen principalmente de los retos y los resultados de sus actividades en comparación con otros deportistas de diversas áreas.
Si aplicamos este método de motivarnos por medio del rendimiento de otros podremos incentivar la voluntad de mejorar nuestro crecimiento personal.
Por otro lado, la motivación orientada hacia la tarea va a depender de cumplir los objetivos y así poder apreciar mejorías en el rendimiento general de una determinada área.
Es importante tener presente que ambas orientaciones motivacionales no resultan ser opuestas entre sí, sino que se relacionan y permiten a cualquier deportista atender sus objetivos y metas de manera personal, superando los obstáculos que puedan presentarse en el camino y así evocar la fuerza que nos impulsará hacia adelante en todo momento.
¿Cómo motivarse? Recomendaciones generales
Si bien es cierto que existen diversos tipos de motivación y también métodos para orientar mejor una actitud positiva hacia alguna actividad en específico, lo más recomendable será siempre poner orden y prioridades en nuestras metas a cumplir, ya que partir desde lo personal es ideal para superarnos cada día.
Si entendemos en un primer punto que la motivación nace como la fuerza o el empuje para llevar a cabo distintas actividades, ya sean en tu entorno cotidiano o en un rango de tiempo más prolongado, podremos apreciar que para lograr los objetivos a cumplir dar ese primer paso hacia ellos es fundamental.
La idea es que teniendo en cuenta cada una de tus prioridades y desees contar con más incentivo o arrojo al momento de actuar, no dudes o te quedes sin dar ese paso necesario para poder ver resultados satisfactorios en cada aspecto de tu vida.
A continuación presentaremos una breve lista de recomendaciones generales para que tengas muy presente cada una de ellas en tu orientación motivacional para autorealizarte en tu trajín diario.
- Pon a prueba tu plan de acción. Es muy sencillo, primero debes establecer tus prioridades u objetivos a cumplir y luego en base a cada uno de ellos lleves a cabo un plan, que puede partir de metas pequeñas a unas más grandes. De este modo, irás disfrutando cada paso que des en el proceso. No importa el tiempo que te lleve, siempre que sigan motivándote en el camino.
- Cuida de tu energía física y psíquica. Tu salud general, tanto física como a nivel psicológico es de vital importancia para sentirte seguro o segura en cualquier aspecto de tu vida. Es por ello que recomendamos no gastar energía innecesaria en actividades que no te resulten beneficiosas o sean obstáculos que te impidan avanzar de tus metas a cumplir.
- No escatimes en esfuerzos. Cuando te has decidido por un sueño o una meta específica, no cometas el error común de no hacer sacrificios, sean grandes o pequeños, pues todo paso que des en dirección de lo que realmente quieres será un punto a favor que sumarás en tu búsqueda.
- No hay lugar o tiempo para quejas. Otro de los errores más comunes y que suelen general conflicto al momento de orientar mejor la motivación es el de dejarse derrotar por quejas, lamentos y dudas. Solo estarías perdiendo energía y alejándote de lo que realmente deseas.
- No pierdas de vista tu objetivo a cumplir. No importa lo complejo o tormentoso que puede resultar el panorama general de tus metas, grades o pequeñas, si te mantienen concentrado y asumes los tropiezos como oportunidades para aprender y crecer en tu superación personal, entonces estarás ganando más puntos a favor.
- El momento es ahora. ¿Has escuchado de ese dicho de no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy? No dejes que los problemas te afecten más de la cuenta. Hay momentos en que debes tomar todo impulso posible y obligarte a actuar. Lo más aconsejable es no pensar demasiado y atreverte a dar el paso tan esperado.
- Rodéate de optimistas y aleja a los pesimistas. Tu entorno es de suma importancia para sentirte a gusto contigo mismo y también para luchar por aquello que quieras conseguir. En este sentido, no vale la pena que malgastes tu tiempo con personas negativas o que te generen dudas, sentimientos pesimistas y que puedan atraerte problemas en vez de soluciones o momentos agradables.
- Disfruta todo el proceso, de principio a fin. Tal como hemos mencionado antes, debes permitirte disfrutar cada paso que des, así sea por algo sencillo como levantarte temprano y preparar un delicioso desayuno, como también haber estudiado arduamente y lograr un calificativo alto. Orientar la motivación hacia tus objetivos personales será tu camino hacia el éxito.
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