Qué es el coaching sistémico: Leyes y ventajas
El coaching sistémico se caracteriza por observar a la organización como un sistema en donde se llevan a cabo actividades en las que sus diversos elementos (las personas) están en constante interacción. Por este motivo, cualquier acción o elección que se haga tendrá repercusión en todo el sistema.
Este adiestramiento se puede realizar a nivel grupal o individual, pero sin abandonar la visión del encaje de las partes del sistema.
Premisas que definen el coaching sistémico
Como todo sistema, este debe funcionar en armonía, manteniendo un equilibrio de acciones que deben llevarse a cabo para obtener los resultados esperados. En la perspectiva sistémica existen por ello cinco premisas sobre las cuales se ejecuta todo el proceso.
Cuando no se tiene conciencia de estas y en alguna parte del sistema falla su ejecución, repercutirá negativamente en cada uno de sus elementos.
Primera premisa: cada persona forma parte del sistema, no es un elemento aislado.
Segunda premisa: los individuos pierden su rol protagónico para beneficiar al sistema. Esta visión nos dice que las decisiones se deben tomar en pro del bien del común y no de intereses particulares.
Tercera premisa: cada acción individual o modificaciones que se realicen en sus elementos, repercuten en todo el sistema. Cuando se aplica el coaching sistémico esta visión es la que permite detectar rápidamente en dónde se encuentra la fuente de conflicto, lo que permite solventar rápidamente las contingencias.
Cuarta premisa: cada elemento del sistema pertenece tanto a este como a una red de sistemas; en ocasiones, los compromisos en un sistema entran en conflicto con los de otro. Un caso muy común es el que ocurre con los horarios de trabajo extra y los compromisos familiares. Son dos sistemas diferentes y suele suceder que se presenten dos compromisos en el mismo horario.
Esta premisa sistémica es de vital relevancia en cuanto a darnos una visión de la cadena de sucesos que puede desatar una decisión en una organización muy grande, como las trasnacionales, especialmente cuando es necesario realizar cambios importantes.
Quinta premisa: con este tipo de coaching se pueden aplicar leyes sistémicas para llevar a cabo una gestión productiva y sin conflictos. Esto le permite a la organización crecer y madurar de una manera efectiva.
Leyes sistémicas
El coaching sistémico propone la aplicación de las seis leyes de Bert Hellinger en el desarrollo de su metodología:
- Ley de Pertenencia
Cada individuo tiene el derecho de pertenecer y mantener una vinculación importante con la empresa en la que se desempeña. Cuando uno de los elementos es excluido, todo el sistema sufre.
- Ley de Antigüedad
Los individuos que se han incorporado desde hace más tiempo a una organización cuentan con una preferencia emocional sobre los que ingresan después en el sistema.
- Ley de Equilibrio
El sistema debe mantener el perfecto equilibrio de retribuciones. Se da y se recibe en la misma proporción. Romper en este equilibrio pone en riesgo el funcionamiento del sistema.
- Ley de Jerarquía
Se deben respetar las posiciones dentro de la empresa. No se debe pasar por encima de la autoridad que tienen aquellos cuyas responsabilidades son mayores. Por este motivo se les debe el respeto acorde a su investidura y el lugar que representan.
- Ley de Reconocimiento
El reconocimiento se recibe en cuanto al nivel de aporte que haga cada elemento a la empresa. Cada departamento y cada individuo cumple un rol y cada rol tiene un nivel de importancia particular.
- Ley de Aceptación
No se plantean cambios hasta aceptar y desempeñar correctamente las normas y hábitos de la empresa.
¿Cuáles son sus bases?
El coaching sistémico se basa en varias teorías psicológicas, métodos humanísticos y fundamentos de sistemas:
- Coaching tradicional.
- Terapia familiar sistémica.
- Constelaciones familiares.
- Teoría general de sistemas, siendo este el talante que soporta a este tipo de coachig.
La cibernética:
Reporta una atención especial a las partes, las actividades que relacionan a estas partes y cuáles son las dinámicas que rigen su conexión.
Establecen patrones de procesos productivos, redes de comunicación y funcionamiento de su dinámica. Es fundamental que estos procesos se mantengan siempre en equilibrio, es decir, que exista la constante retroalimentación, así que se apoya en el principio de causalidad circular de los sistemas cerrados.
Constructivismo:
Esta visión tiene como postulado que las realidades se construyen, no se descubren (Von Foester). Es decir que cada elemento perteneciente a sistema cuenta con experiencia previa que le ha permitido elaborarse una visión particular de la realidad.
El pensamiento complejo:
Este pilar epistemológico de la teoría de sistemas consiste en una visión de convivencia entre aquello que es complementario y antagónico, entre el desorden y el orden, en la relación que existe entre ambos extremos.
Hermenéutica:
La hermenéutica estudia los fenómenos y objetos comprendiendo tanto aquello que los separa como aquello que los une, de esta manera se genera el conocimiento integral en torno al centro de estudio.
Principales ventajas del coaching sistémico
Entre las ventajas del coaching sistémico encontramos que consiste en una visión compleja del orden y relaciones que se establecen entre los individuos que conforman un grupo, equipo o empresa.
Otra de sus ventajas es que esta visión que va de lo particular a lo general permite distinguir rápidamente cuáles son los fallos que están ocurriendo en la dinámica de relaciones entre cada una de estas partes. Esto permite una resolución de problemas y gestión de decisiones efectiva y rápida.
Entender estos procesos tanto internos en los individuos, como entre los elementos que conforman un grupo, permiten al coach sugerir algunos cambios en las dinámicas de las relaciones e, incluso, detectar cuáles procesos son innecesarios y representan un malgasto de energía.
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